Correr durante la implantación puede provocar un aborto espontáneo
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Existe una gran cantidad de información sin muchos detalles sobre cómo entrenar durante el embarazo. Uno de los motivos es que durante el embarazo entran en juego muchas variables que impiden a las mujeres seguir un plan de entrenamiento establecido. Esto puede llevar a las corredoras a tomar decisiones equivocadas a la hora de entrenar. En esencia, las dos líneas de meta (la carrera y el nacimiento del bebé) entran en conflicto.
Del mismo modo que entrenas con todo tu corazón para la maratón, lo mismo ocurre cuando corres durante el embarazo. Creo que es esencial entrenarse desde donde se está (para la llegada del bebé al mundo) y no desde donde se iba a estar o se quiere llegar después. Cuando giramos el dial y nos centramos en correr en el momento, nos convertimos en nuestra mejor corredora.
A medida que avances, tu velocidad de carrera disminuirá de forma natural y correr se convertirá en un reto mayor. Tu corazón tiene que latir con más fuerza para suministrarte oxígeno a ti y a tu bebé. Eso significa que tareas sencillas que antes eran fáciles, como subir escaleras o correr a un ritmo determinado, ahora te resultarán más difíciles porque tu frecuencia cardiaca es más alta. Tu forma de correr cambiará al desplazarse tu centro de gravedad con el crecimiento del bebé.
Correr mientras se intenta concebir implantación
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Brian Levine, MD, MS, FACOG, está certificado en ginecología y obstetricia, así como en endocrinología reproductiva e infertilidad (REI). Es director y socio fundador de CCRM New York y fue nombrado estrella en ascenso por Super Doctors de 2017 a 2019.
Cuestiones como las náuseas, el aumento de peso y las articulaciones flojas ciertamente pueden hacer que salir a correr sea más desafiante durante el embarazo, pero, según los expertos, no tienen por qué impedir que te ates las zapatillas para correr.
“Es totalmente seguro y muy saludable seguir corriendo durante el embarazo, sobre todo si ya lo hacías antes”, dice la Dra. Lauren Demosthenes, ginecóloga y obstetra, Directora Médica de Babyscripts.
De hecho, aunque los familiares bienintencionados pueden decirte que los empujones y golpes de correr podrían provocar un parto prematuro, la investigación dice lo contrario. Un estudio de 2018 de casi 1300 mujeres en el British Medical Journal Open Sport and Exercise Medicine encontró que seguir corriendo durante el embarazo no parecía afectar la edad gestacional o el peso al nacer de los bebés.
Dejé de correr y me quedé embarazada
Entiendo que, sobre todo las primerizas, se pregunten si es seguro correr durante el embarazo. Los médicos recomiendan que las embarazadas hagan al menos 2 ½ horas de ejercicio moderado a la semana. Y, en general, si estás sana y tienes un embarazo normal, sin riesgos ni complicaciones para la salud, es seguro hacer ejercicio. Sobre todo si era corredora antes de quedarse embarazada. Es probable que los médicos te animen a seguir corriendo durante el embarazo si antes lo hacías con regularidad. Así que manos a la obra. Para correr con un pie delante del otro -porque todos sabemos lo divertido que puede ser correr con un cochecito-, no te preocupes: correr durante el embarazo no perjudica al bebé. Puede mejorar el crecimiento del feto, como el aumento de la masa muscular y el desarrollo neurológico. Pero si te preocupa, tu cuerpo te lo hará saber mucho antes de que ocurran cosas como el sobrecalentamiento o la restricción de oxígeno. Señales y síntomas que debes conocer para reducir el entrenamiento: Si presentas estos síntomas, lo mejor es que elijas otra forma de hacer ejercicio (después de un descanso a la antigua), como yoga, caminar o un entrenamiento cruzado ligero o moderado.
Correr es malo para la fertilidad femenina
En los últimos años se ha aprendido mucho sobre qué ejercicio es seguro para las mujeres embarazadas y cuánto. Durante mucho tiempo se creyó que correr durante el embarazo podía dañar al bebé o incluso provocar un aborto. Y sólo pensar en si se podía correr una maratón estando embarazada estaba fuera de lugar.
Pero lo cierto es que se puede correr una maratón embarazada (de hecho, una de mis atletas se clasificó para Boston estando embarazada. Puedes leer sus reflexiones sobre el proceso en mi Instagram aquí). Yo personalmente no he corrido una maratón embarazada (aunque sí he hecho carreras largas de dos dígitos), pero he entrenado a maratonianas embarazadas y he tenido amigas que han corrido maratones embarazadas.
Aún así, hay muchos miedos y reservas. El propósito de este post es responder a esos miedos con datos disponibles. Porque, si decides correr un maratón estando embarazada, puede que descubras que te hace estar aún más agradecida por lo que tu cuerpo puede hacer. Puede que te conviertas en una mejor oyente de tu cuerpo y en una mejor corredora.
