Gráfico de la longitud del cuello uterino durante el embarazo
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El cuello uterino desempeña un papel fundamental a lo largo de la vida de la mujer, pero nunca tanto como durante la concepción, el embarazo y el parto. El cuello uterino cambia durante estos acontecimientos, por lo que es importante comprender la función de este órgano y lo que estos cambios significan para ti y para tu bebé.
El cuello uterino es el canal o abertura muscular que discurre entre el útero (también conocido como matriz) y la vagina. El cuello uterino está situado en la pelvis, detrás de la vejiga y cerca de la parte anterior del recto. Se mantiene en su posición gracias a unos ligamentos resistentes y flexibles.
El cuello uterino tiene una cubierta suave de moco. Cuando una mujer está ovulando, el moco se vuelve elástico y flexible, lo que ayuda a los espermatozoides a moverse y sobrevivir tras el coito, y se conoce como “moco fértil”. Cuando la mujer no está ovulando, el moco adquiere una textura más cremosa y puede ser lechoso o de color amarillo. Este cambio de consistencia indica que es menos probable que los espermatozoides lleguen al útero tras el coito en este momento del ciclo menstrual.
Longitud cervical a las 20 semanas
La medición ecográfica de 150 úteros gestantes y no gestantes indica que el cuello uterino tiene una longitud aproximada de 2,5 cm en las no gestantes y rara vez o nunca supera los 6 cm durante el embarazo. Esta información se utiliza para identificar mejor el nivel del orificio cervical interno, especialmente en la evaluación de la placenta previa temprana. Si se utiliza una ecografía cuidadosa para identificar la unión más baja de la placenta y la punta cervical, la placenta previa podría excluirse cuando la placenta está a más de 6 cm de la punta cervical. Esto parece fiable en la práctica clínica y reduce el nivel excesivamente alto de predicciones de placenta previa precoz y la consiguiente ansiedad de la madre y el obstetra.
Gráfico de la longitud del cuello uterino durante el embarazo en cm
El útero corto es una de las causas de parto prematuro y aborto espontáneo, por lo que la medición de la longitud del cuello uterino mediante ecografía es un paso importante para controlar la salud y saber si la longitud del cuello uterino cambia o no durante el embarazo.
El cuello uterino es la entrada al útero, el punto intermedio entre el útero y la vagina. Este órgano desempeña un papel extremadamente importante durante las 40 semanas de embarazo hasta el proceso del parto. Durante el embarazo, la longitud del cuello uterino aumentará y, al mismo tiempo, el cuello uterino se engrosará en función del cambio de peso del feto. Cuando hay un feto en el útero, el cuello uterino se cerrará herméticamente gracias al tapón mucoso para proteger la cavidad uterina siempre cerrada y estéril, garantizando el desarrollo del feto. Durante el parto, el cuello del útero se acortará y se dilatará entre 1 y 10 cm para que el bebé pueda salir del útero y nacer.
En una niña con un desarrollo normal, el cuello uterino sólo mide unos 30 mm y tiene una forma redonda y firme. Sin embargo, durante el embarazo, la longitud del cuello uterino empezará a cambiar. A medida que aumenta el peso del feto, el cuello uterino se alarga para mantener al bebé firmemente en el útero. En las últimas semanas del embarazo, el cuello uterino se acorta para facilitar el parto. Después del parto, la longitud del cuello uterino vuelve gradualmente a la normalidad. La longitud del cuello uterino durante el embarazo se considera normal si se sitúa entre 30 y 50 mm; menos de 25 mm es un cuello uterino corto. Para realizar un diagnóstico preciso, las mujeres embarazadas necesitan una ecografía para medir la longitud del cuello uterino a través de un transductor vaginal.
Cómo evitar la presión sobre el cuello del útero durante el embarazo
El mayor factor de riesgo de parto prematuro son los antecedentes de parto prematuro espontáneo. Como las mujeres en su primer embarazo no tienen antecedentes de parto, prematuro o no, se necesitan otros métodos para determinar si corren riesgo de dar a luz a un bebé prematuro.
Es muy importante que los profesionales sanitarios identifiquen a las mujeres con cirugía cervical previa para que puedan controlar la longitud de su cuello uterino mediante ecografía transvaginal. Y aunque no es un factor predictivo del parto prematuro tan revelador como la medición mediante ecografía transvaginal, comprobar la longitud cervical de una mujer en el momento de su ecografía anatómica puede ser útil para identificar a aquellas que tienen un cuello uterino más corto de lo normal.
A las 32-34 semanas de embarazo, el cuello uterino de casi todas las embarazadas empieza a ablandarse y acortarse, para prepararse para el parto. Las mujeres que no corren un riesgo elevado de parto prematuro no experimentan grandes cambios en la longitud del cuello uterino hasta aproximadamente esa semana.
Como ocurre con la mayoría de las mediciones, lo que se considera normal para la longitud cervical no es una única medición, sino una serie de mediciones. La longitud cervical es una medición dinámica que variará ligeramente si se realiza a lo largo del embarazo.