Cara hinchada embarazo
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Los tobillos hinchados son un mal normal, aunque frustrante, para muchas mujeres embarazadas. Durante el embarazo, el exceso de líquido en el cuerpo y la presión del útero en crecimiento pueden provocar hinchazón (o “edema”) en tobillos y pies. La hinchazón tiende a empeorar a medida que se acerca la fecha del parto, sobre todo al final del día y cuando hace calor.
Consulte a su médico si nota hinchazón en la cara, alrededor de los ojos o en las manos. Informe también a su médico de inmediato si presenta hinchazón repentina en cualquier parte o si una pierna está más hinchada que la otra.
¿Qué se considera hinchazón extrema en el embarazo?
Hinchazón anormal y peligrosa en el embarazo
Estos son los síntomas de hinchazón anormal que debes tener en cuenta: Hinchazón en la cara y/o hinchazón alrededor de los ojos. Hinchazón extrema o repentina de manos, pies o tobillos.
¿Puede ser peligrosa la hinchazón durante el embarazo?
Si experimenta una hinchazón repentina o que empeora gradualmente en la cara, alrededor de los ojos o en las manos, acompañada de hipertensión arterial, llame a su médico inmediatamente. Podría ser un síntoma de preeclampsia, que requiere tratamiento inmediato para protegerte a ti y al bebé.
Edema con fóvea del embarazo
Hay varios factores que contribuyen a la hinchazón de pies y tobillos durante el embarazo. Para empezar, el cuerpo retiene más líquido durante el embarazo. Además, el crecimiento del útero ejerce presión sobre las venas, lo que dificulta el retorno de la sangre al corazón. Los cambios hormonales también influyen.
Algunas investigaciones sugieren que el masaje de pies y la reflexología, que consiste en aplicar presión en determinadas zonas de los pies, las manos y las orejas, podrían ayudar a disminuir la hinchazón de pies y tobillos durante el embarazo. Además, la hinchazón no implica reducir la cantidad de bebida. El Instituto de Medicina recomienda unos 10 vasos (2,4 litros) de líquidos al día durante el embarazo.
Aunque una leve hinchazón de pies y tobillos durante el embarazo es normal, una hinchazón repentina y dolorosa -sobre todo si se produce en una sola pierna- podría indicar la presencia de un coágulo sanguíneo (trombosis venosa profunda). Un aumento repentino de la hinchazón también puede significar que la tensión arterial es más alta de lo normal. Ambas afecciones requieren evaluación y tratamiento inmediatos.
Pré eclampsia
Durante el embarazo normal, el agua corporal total aumenta de 6 a 8 litros, de los cuales 4 a 6 litros son extracelulares, de los cuales al menos 2 a 3 litros son intersticiales. En algún momento del embarazo, 8 de cada 10 mujeres presentan edema clínico demostrable. También se produce una retención acumulativa de unos 950 mmol de sodio distribuidos entre los compartimentos extracelulares maternos y el producto de la concepción. Así pues, los cambios en los factores que rigen el manejo renal del sodio y el agua acompañan a las alteraciones en las fuerzas de Starling locales, por lo que se produce una caída moderada de la presión osmótica coloide del líquido intersticial (COPi) y un aumento de la presión hidrostática capilar (Pc), así como cambios en la hidratación de la sustancia fundamental del tejido conjuntivo. El edema es un criterio tradicional para diagnosticar la preeclampsia, pero ya no debe utilizarse porque su detección no es clínicamente útil. El papel de los diuréticos en la práctica obstétrica debería limitarse al tratamiento del edema pulmonar en la preeclampsia. La terapia de expansión de volumen en el embarazo conlleva el riesgo de edema pulmonar o cerebral, particularmente en el puerperio inmediato. El edema vulvar y el edema eritematoso asociado a la trombosis venosa profunda son complicaciones raras pero peligrosas del embarazo.
Pies hinchados embarazo
El embarazo puede ser una época difícil. A menos que seas una de las pocas afortunadas, conlleva hinchazón, dolores y molestias, náuseas y otros síntomas desagradables. Aunque la mayoría de las futuras madres estarían de acuerdo en que los cambios en su cuerpo merecen la pena, algunos síntomas del embarazo pueden indicar problemas como la preeclampsia, que implica hipertensión, hinchazón de manos y pies y proteínas en la orina. Es peligrosa porque, si no se trata, puede desembocar en el síndrome HELLP y la eclampsia, que son potencialmente mortales.
La preeclampsia puede asustar porque sus síntomas suelen pasar desapercibidos. De hecho, si padece preeclampsia, la primera vez que puede tener algún indicador de que algo va mal será en sus citas prenatales periódicas, cuando su médico le tome la tensión arterial y le haga un análisis de orina. Como la preeclampsia puede imitar los síntomas habituales del embarazo, las visitas prenatales periódicas al médico son fundamentales.
El médico tratará la preeclampsia en función de la gravedad de los síntomas, el grado de gestación y la evolución del bebé. Para controlar la preeclampsia, el médico puede recomendarle que se someta periódicamente a pruebas de tensión arterial y orina, análisis de sangre, ecografías y pruebas no estresantes. También puede recomendarle: